Las clases escolares están prontas a empezar y los padres de familia, que inscribieron a sus niños para que aprendan Taekwon-Do durante el verano, comienzan a dudar si deben o no continuar con las clases, pues pueden restarle tiempo a las tareas de colegio y sobre exigirlos. A todos aquellos que están dudando les comparto mi experiencia personal.
Comencé a entrenar Taekwon-Do a los 10 años, en el verano de 1989 y desde ahí no he dejado de entrenar. Pasé parte de la primaria y todo secundaria estudiando y practicando a la vez este maravilloso arte marcial. Incluso, a partir de los 13 años comencé a dar clases de Taekwon-Do. Terminado el día de colegio, enseñaba, luego entrenaba y regresaba tarde a casa. ¿Bajé mis notas? Por el contrario, terminé dentro de las diez primeras de mi promoción e ingresé en el puesto cuatro a la universidad.
La auto-disciplina en el Taekwon-Do te enseña a organizarte y manejar tus horarios. El sentido de responsabilidad que enseña el Taekwon-Do logra que aprendas a priorizar tareas y tiempos. Solía estudiar en el bus de colegio, avanzar tareas en algún recreo y prestar tal atención en clase que no requiriera luego más que un breve repaso antes del examen. La misma concentración y disciplina del Dojang la llevas al centro de estudios. El estado alerta te permite un rápido aprendizaje, los conocimientos se incorporan con más claridad y rapidez y queda tiempo para digerir lo aprendido y avanzar los pendientes. Esto no genera ningún estrés, porque justamente el Taekwon-Do te enseña a manejar las situaciones con calma y certeza, y el entrenamiento te llena de energía, te vigoriza. Entrenar es como cargar la batería y estar listo para más. El entrenamiento es lo que el niño necesita para liberar tensiones, recrearse sin estar frente a un videojuego, aprender a dominar cuerpo y mente y lograr el autocontrol de su vida, vale decir, madurar.
Mediante el Taekwon-Do le estamos dando a nuestros niños una herramienta inmejorable para la vida. Si ya tomaste la decisión de que tu hijo entrene y le gusta, déjalo seguir. La metodología del Taekwon-Do se encargará de que maneje sus tiempos. No le quites la oportunidad de seguir aprendiendo. En el colegio nos enseñan matemática, lenguaje y otros cursos importantes para crecer en el aspecto material y ser grandes profesionales, en el Taekwon-Do original nos enseñan valores, principios, filosofía, nos dan confianza, autoestima, seguridad. Colegio y arte marcial se complementan a la perfección, son la educación integral que queremos para nuestros pequeños.
Además, les estamos dando una oportunidad de desarrollo. Enseñar Taekwon-Do me permitió pagar mis estudios universitarios. Una vez más, el Taekwon-Do y la exigencia universitaria no es incompatible. A veces los chicos entrenan hasta ingresar a la universidad y luego se les hace un mundo adecuar los horarios. Querer es poder dicen. Yo entrenaba, enseñaba en dos nidos, dos colegios, en el Instituto Peruano de Taekwon-Do Internacional y estudiaba. Al final, terminé primer puesto de mi facultad.
Hoy trabajo en una oficina, dicto clases de Taekwon-Do y entreno. Mi hijo tiene 11 años y está en 3er gup, cinturón azul punta roja. Él entrena desde los dos años y le encanta. Tiene muy buenas notas en el colegio y maneja ambas responsabilidades. Eso sí, no lo apuro en su avance. El desarrollo en el Taekwon-Do requiere madurez y la madurez también viene con la edad. Obtener cinturones no es una carrera, es un mérito y cada cinturón es una enseñanza de vida, que debe ser vivida con profundidad y pasión, solo así se llega de manera sólida al cinturón negro, que marca el inicio del camino hacia la maestría.
En conclusión, no les quitemos el entrenamiento, más bien fomentemos en ellos la disciplina y la responsabilidad. Más adelante nos lo agradecerán.
Taekwon!
Viviana Villamonte Uriarte
IV-Dan ITF
Perú