Pil-Sung, Certera Victoria, era el grito de los guerreros Hwarangs, hijos de nobles en la dinastía Silla, adolescentes que se preparaban desde muy jóvenes para el arte de la guerra, con toda la filosofía, principios, estrategia y sentido de voluntad y justicia que ello involucra.
¡Por eso el clamor del cinturón rojo debe ser Pil-Sung! La Certera Victoria nace de la Voluntad humana, que afirma su éxito en la batalla que le corresponde librar. Cada paso en la vida exige un compromiso, un acto de Voluntad, donde el Yo interior es quien decide. Solo así se llega al I-Dan, solo con esa convicción y fuego interno logramos evolucionar y hacer que la Luz que en nosotros reside se manifieste, alcanzando cada vez una conciencia más elevada, despierta y capacitada para el servicio.
El servicio en el Taekwon-Do se traduce en la enseñanza, por ello el camino del Dan inicia con el monitoreo y avanza hacia la Maestría. El objetivo de crecer es siempre servir y poner al otro primero. Sea que nos dediquemos formalmente a la enseñanza o no, el Taekwon-Doísta está llamado a ser un faro de Luz, a interiorizar los principios y expresarlos en cada uno de sus pensamientos, decisiones y actos. Así influye en su entorno con el ejemplo y enseña permanentemente.
Por ello el Dan es recién el comienzo. Es la primera cima. El negro recoge en sí todos los colores. Ha sentado las bases para su desarrollo futuro y ha de ser capaz, desde esa primera cima, de alcanzar una nueva visión y lo que ello significa.
Lo hemos dicho muchas veces, el Taekwon-Do es un camino para toda la vida, es una forma de vida, porque es la herramienta que nos acompaña en el camino de auto-perfeccionamiento y superación constante al que nos invita el nacimiento en esta gran escuela que es la Tierra. El Taekwon-Do correctamente interiorizado y vivido nos permite caminar la vida con propósito y con sentido cualquiera sea el lugar y momento en que nos encontremos. El DO es vivir la vida conscientemente, en el aquí y el ahora, es no dejar que la vida simplemente pase. El DO nos hace dueños y responsables de nuestras acciones presentes, que forjan el futuro. Y toda acción inicia en el pensamiento. Por eso el objetivo del Dan es el desarrollo de Mu-Shim, la mente del guerrero.
El mundo actual nos plantea batallas a librar, quizás ya no con armadura y espada, pero sí de otras maneras, muchas veces más sutiles. La falta de valores en la sociedad trae guerra, promiscuidad, corrupción que corroe. En lo personal enfrentamos enfermedad, cáncer, dificultad para discernir lo correcto de lo incorrecto en un mundo muchas veces polarizado hacia fanatismos ideológicos, que si bien buscan un cambio necesario, no vislumbran el camino del justo medio como opción conciliarora, reinando la intolerancia. Solo a través del desarrollo de los principios y de una sólida cultura moral podremos actuar con rectitud e inofensividad en pensamiento, palabra y acción para la búsqueda del bien común. Esa es nuestra tarea como caminantes del DO.
¿Tenemos la Voluntad férrea y el Espíritu Indómito para librar nuestras batallas? ¿Nos abremos enfrentado ya a la más dura de ellas? No podemos saberlo, pero sí podemos continuar trabajando nuestra fuerza de Voluntad a través del entrenamiento y nuestra Buena Voluntad en cada acto, acrecentado nuestro Espíritu Indomable, qué es quien saldrá a batallar cuando la vida nos lo demande. Les digo que no es en vano y que tienen en sus manos la más valiosa herramienta.
Pil-Sung, queridos jejas. Certera Victoria y Voluntad férrea. Seamos guerreros del bien y tomemos el timón de nuestras vidas, caminando siempre hacia lo más alto.
¡Taekwon!
Sabum Viviana Villamonte
V-Dan ITF
Perú
