lunes, 11 de abril de 2016

Sesenta y un años de Taekwon-Do

Hace 61 años, el 11 de abril de 1955, el General Choi Hong Hi le dio el nombre de Taekwon-Do al arte marcial nacional de Corea, desarrollado por él durante los años previos; gracias a sus conocimientos de Taekyon, Karate y otras artes marciales tradicionales, donde alcanzó un alto nivel, y gracias a su estricta y severa formación militar, que lo llevó a desarrollar un extraordinario poder para la lucha cuerpo a cuerpo, la estrategia de combate y la defensa personal. Entre 1955 y el 2002, año en que partió, el Taekwon-Do tuvo una gran evolución, debido a su búsqueda incansable por conseguir el máximo poder en cada una de las 3600 técnicas que lo conforman, a través del uso científico del cuerpo, haciendo del Taekwon-Do el arte marcial más moderno y poderoso.

Un arte marcial, a diferencia de los deportes de combate, está conformado por dos pilares sólidos: la defensa personal y la cultura moral.  El arte marcial implica principios y valores que buscan el desarrollo integral del ser humano, conduciéndolo hacia un camino de autodisciplina y perfeccionamiento constante llamado DO. El Taekwon-Do se convierte así en una filosofía y una forma de vida para el estudiante sincero.

“Tae” quiere decir patadas, “kwon” puños y “Do” camino.  Taekwon denota la defensa personal, Do nos enseña la cultura moral.

La mecánica de movimiento y la teoría de poder en el Taekwon-Do no tienen igual.  El General Choi supo unir lo mejor de oriente y occidente para regalarnos un arte marcial completo, bello, estético y eficiente. Hasta el menor detalle ha sido estudiado, cada parte de nuestro cuerpo interviene en la técnica, se involucra en el movimiento y tiene como resultado la maximización del poder.  El verdadero Taekwon-Do no es golpear por golpear, es desarrollar la maestría de la técnica a tal punto que el Ki o la energía se exprese sin dificultades y se libere en el oponente. Para llegar a ese dominio no solo se requiere un entrenamiento intenso, sino también un carácter íntegro, donde lo que se piensa, se dice y se hace es uno solo. Esto se logra cuando los Principios están interiorizados y son parte de la vida diaria.  El Taekwon-Do se basa en cinco Principios: cortesía, integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable, los cuales deben estar presentes en la mente y el corazón de cada practicante.

El General Choi dejó un gran legado para la humanidad, por eso cada 11 de abril celebramos que el Taekwon-Do sea parte de nuestras vidas, y nos alegra que a través de la difusión y la enseñanza podamos darle la oportunidad a otros de disfrutar de su práctica y hacerse de una herramienta de desarrollo, que nos permite construir una sociedad más justa, libre y segura.  Hoy somos millones de practicantes en el mundo los que nos esforzamos por construir un mundo de amor y de paz.  Gracias General Choi. ¡Un solo Maestro, un solo Dobok, un solo Taekwon-Do! 

¡Feliz día del Taekwon-Do!

Viviana Villamonte Uriarte

IV-Dan ITF Perú