Hace
61 años, el 11 de abril de 1955, el General Choi Hong Hi le dio el nombre de
Taekwon-Do al arte marcial nacional de Corea, desarrollado por él durante los
años previos; gracias a sus conocimientos de Taekyon, Karate y otras artes
marciales tradicionales, donde alcanzó un alto nivel, y gracias a su estricta y
severa formación militar, que lo llevó a desarrollar un extraordinario poder
para la lucha cuerpo a cuerpo, la estrategia de combate y la defensa personal. Entre
1955 y el 2002, año en que partió, el Taekwon-Do tuvo una gran evolución, debido
a su búsqueda incansable por conseguir el máximo poder en cada una de las 3600
técnicas que lo conforman, a través del uso científico del cuerpo, haciendo del
Taekwon-Do el arte marcial más moderno y poderoso.
Un
arte marcial, a diferencia de los deportes de combate, está conformado por dos
pilares sólidos: la defensa personal y la cultura moral. El arte marcial implica principios y valores
que buscan el desarrollo integral del ser humano, conduciéndolo hacia un camino
de autodisciplina y perfeccionamiento constante llamado DO. El Taekwon-Do se
convierte así en una filosofía y una forma de vida para el estudiante sincero.
“Tae”
quiere decir patadas, “kwon” puños y “Do” camino. Taekwon denota la defensa personal, Do nos
enseña la cultura moral.
La
mecánica de movimiento y la teoría de poder en el Taekwon-Do no tienen
igual. El General Choi supo unir lo
mejor de oriente y occidente para regalarnos un arte marcial completo, bello,
estético y eficiente. Hasta el menor detalle ha sido estudiado, cada parte de
nuestro cuerpo interviene en la técnica, se involucra en el movimiento y tiene
como resultado la maximización del poder.
El verdadero Taekwon-Do no es golpear por golpear, es desarrollar la
maestría de la técnica a tal punto que el Ki o la energía se exprese sin
dificultades y se libere en el oponente. Para llegar a ese dominio no solo se requiere
un entrenamiento intenso, sino también un carácter íntegro, donde lo que se
piensa, se dice y se hace es uno solo. Esto se logra cuando los Principios
están interiorizados y son parte de la vida diaria. El Taekwon-Do se basa en cinco Principios: cortesía,
integridad, perseverancia, autocontrol y espíritu indomable, los cuales deben
estar presentes en la mente y el corazón de cada practicante.
El
General Choi dejó un gran legado para la humanidad, por eso cada 11 de abril
celebramos que el Taekwon-Do sea parte de nuestras vidas, y nos alegra que a
través de la difusión y la enseñanza podamos darle la oportunidad a otros de
disfrutar de su práctica y hacerse de una herramienta de desarrollo, que nos permite
construir una sociedad más justa, libre y segura. Hoy somos millones de practicantes en el
mundo los que nos esforzamos por construir un mundo de amor y de paz. Gracias General Choi. ¡Un solo Maestro, un
solo Dobok, un solo Taekwon-Do!
¡Feliz día del Taekwon-Do!
Viviana Villamonte
Uriarte
IV-Dan ITF Perú
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