Los padres como apoyo en la disciplina de sus hijos

Es muy importante el apoyo que los padres le brinden a los hijos durante la práctica de una disciplina como el Taekwon-Do.  Un niño suele ingresar a clases porque le gustan las artes marciales y lo pide, o, lo que puede ser más usual, porque sus padres consideran que necesita más disciplina, fortalecer su autoestima, desarrollar seguridad, mejorar su psicomotricidad, entre otros.  Cualquiera sea el motivo para iniciar, lo importante es que el niño dio el primer paso y ha iniciado su camino en el arte del Taekwon-Do.

Hecho esto, los padres ponen a su pequeño en manos del instructor elegido.  Eso quiere decir que el instructor trabajará para moldear o formar a ese pequeño estudiante en un pequeño guerrero: disciplinado, responsable, seguro, cortés, íntegro y con mucho espíritu de superación; entre otras cualidades que todos queremos para nuestros hijos.  Esta no es una tarea fácil y además, es una tarea a largo plazo.   No podemos moldear el carácter de la noche a la mañana.  Cada clase, cada cinturón, cada prueba, es un paso en ese camino de crecimiento constante y cada niño tiene un ritmo propio, que hay que saber manejar y respetar, y es muy importante que los padres entiendan esto.

Lo primero es estar seguros de que la escuela y el instructor elegido son los adecuados.  Para ello es importante investigar el mercado antes de matricular a su hijo o hija. La academia más cercana no siempre es la mejor. Existen muchas escuelas que dicen enseñar Taekwon-Do, pero no es así.  Esto sucede porque han surgido muchas organizaciones producto del marketing, que si bien pueden resultar entretenidas para los más pequeños, no garantizan el auténtico arte marcial.

Si ya optaste por la mejor opción, entonces es importante que confíes en el instructor. A veces sucede que buscamos el Taekwon-Do para que nuestros hijos sean más disciplinados, pero no entendemos por qué el instructor es estricto, por qué hay tanta formalidad y protocolo en clase, por qué tiene que usar uniforme cuando hace calor, por qué se le exige tanto al interior del Dojang. Los padres que ya tienen más tiempo en esto irán viendo los resultados.  Verán que su hijo sale contento a pesar de la exigencia y que pronto el espacio de entrenamiento y los protocolos se vuelven naturales en él, y poco a poco comienza a mejorar, con paciencia y constancia.

Ahí está la palabra clave, constancia.  No podemos esperar resultados sin constancia y ahí es donde los padres cumplen un rol fundamental.  Para el niño muchas veces es más fácil quedarse jugando un videojuego, salir con los amigos o mirar su serie de televisión favorita.  Entrenar puede dar flojera hasta que ingresas a clase y comienzas a sudar.  Esto le sucede a niños y adultos, solo que el niño necesita un aliado que lo ayude a fortalecer su voluntad y lo lleve a clase, ese aliado son sus padres.

Entonces, ¿cómo pueden los padres convertirse en un apoyo para el instructor?

1. Que sea constante, que no falte a clase, sobre todo si queremos ver resultados.
2. Que sea puntual.  Si se acostumbra a llegar a tiempo, aprenderá también a organizarse.
3. Que lleve el uniforme siempre limpio y completo.
4. Que participe en las diferentes actividades que la escuela le ofrece, las cuales fortalecen la integración con sus compañeros, la relación con su instructor y su conexión con el arte marcial.
5. Que conversen con el instructor sobre el progreso de su hijo o sobre las dudas que puedan tener. Coméntenle también cómo se viene desenvolviendo en casa o en el colegio y qué apoyo piensan que necesita.
6. Que valoren los logros de su hijo y no lo comparen. Felicítenlo siempre por su esfuerzo.

Taekwon!

Sabum Viviana Villamonte
V-Dan ITF