El espíritu indomable es quizás el principio más difícil de explicar y entender, porque nos exige reconocer nuestra esencia espiritual por encima de toda manifestación material.
Comúnmente se traduce como la "garra" o la fuerza que te permite traspasar o vencer cualquier obstáculo. Por cansado que el cuerpo se encuentre, pudiendo estar también desgastado el cuerpo emocional o agotado el cuerpo mental, el espíritu indómito es esa energía inexplicable que sale a relucir desde lo más profundo de uno mismo, permitiéndonos lograr cosas inimaginables y sorprendentes.
A lo largo de la historia encontramos ejemplos de pequeños ejércitos que vencieron a cuantiosas tropas, madres que levantaron un carro para salvar a su hijo o atletas que remontan y ganan lo que parecía perdido. Esa fuerza interior, esa energía interna y superior, es el espíritu indomable que todos albergamos. Es la fuerza de voluntad, que al igual que un músculo, puede entrenarse. Por ello, para que el espíritu indómito salga a flote, no solo se requiere una situación al límite; el espíritu indomable se cultiva, se trabaja en las pequeñas cosas, en cada entrenamiento, cuando ya no doy más, cuando faltan diez repeticiones y siento que ya no puedo, cuando debo dejar la pierna arriba y todo el cuerpo tiembla, cuando la fuerza flaquea y decido seguir, ahí fortalezco el espíritu indómito.
Es un enfrentamiento entre la mente y el cuerpo, entre el espíritu y la materia. La materia que exhausta quiere tirar la toalla y el espíritu que guía a la mente del guerrero para enfrentar la adversidad y sobreponerse. Es la fé y la determinación que vencen cualquier obstáculo, en el aquí y en el ahora, con conciencia plena, y que te permiten luego la satisfacción del logro obtenido.
Los principios son la técnica del espíritu, decía el General Choi Hong Hi, por lo tanto, hay que aplicarlos. Es así con el espíritu indomable y es así con todos los principios. Ellos son la energía que le otorga poder a nuestra técnica y a todo nuestro accionar.
Porque actuamos de acuerdo a los principios es que no nos doblegamos ante la injusticia y nos hacemos más fuertes en cada decisión y determinación que tomamos acorde a los principios y valores que nos rigen. Ello hace del Taekwon-Do una filosofía de vida; por ello, todo cinturón negro jura convertirse en un campeón de la libertad y de la justicia. Los principios son la técnica del espíritu y el espíritu es en esencia, indomable.
Taekwon!
Sabum Viviana Villamonte Uriarte
V-Dan ITF
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