viernes, 20 de mayo de 2016

Integridad (Yom-Chi)


La integridad es el segundo principio del Taekwon-Do y es aquel que lo compenetra todo. Para comprender la integridad primero debemos entender que somos seres complejos, conformados por una serie de cuerpos o vehículos como son el físico, energético, emocional, mental, intuitivo y espiritual; todos al servicio de nuestro yo interno. Por lo tanto, el crecimiento integral implica el desarrollo del ser humano en todos los aspectos, tanto en el plano material (línea AB), como en el plano espiritual (línea CD). Ese desarrollo integral es lo que Buda llamó "el camino del justo medio", donde todos los aspectos se manejan equilibradamente y el ser humano se desarrolla en armonía, salud y bienestar. 

Para que exista esa armonía, es necesario aprender a discernir entre lo correcto y lo incorrecto. Cuando optamos por el camino correcto estamos siendo íntegros, nos vean o no nos vean, porque lo primero es ser íntegro con uno mismo. Ser íntegro significa responder a la parte más alta o elevada de nuestra conciencia, a los principios o valores morales que guían y orientan nuestro ser. Por lo tanto, ser íntegro es respetar y valorar los principios como el fundamento de nuestras acciones, y ponerlos en práctica en todo momento y lugar, con uno y con los demás. 

Ahora bien, la integridad va más allá del actuar, implica también integridad de pensamiento, porque "la energía sigue al pensamiento", el pensamiento mueve a la acción y desde ahí germina la semilla del karma.

Estar íntegro es estar completo y para estar completo tengo que desarrollarme en todos los aspectos, logrando expresar el Chi o la energía interna, que se alimenta de los principios.  No hay integridad sin valores. La integridad se suele asociar a la honestidad y a la transparencia. Efectivamente, ser honesto es actuar siempre de manera honrada, respetuosa y justa, y solo es posible cuando son los principios los que rigen nuestra vida. Los principios no son solo una palabra bonita. Actuar de acuerdo a los principios moldea nuestro mundo, le da forma a la vida en la que nos movemos. La falta más clara de integridad en la sociedad es la corrupción y es fácil notar cómo ésta genera condiciones de vida deplorables para muchos, favoreciendo a unos pocos. Si hubiese integridad al actuar, tendríamos un mundo mejor para todos. Los Taekwon-Doístas juramos luchar por la justicia y la libertad, y esto solo es posible con integridad.

Integridad en lo físico es cuidar y valorar nuestro cuerpo, por eso entrenamos y nos sometemos a una disciplina que permita que nuestro vehículo físico responda a los mandatos de la mente, que a su vez debe estar firmemente amarrada a la conciencia a través de los principios. Todo forma un gran círculo. Cuando hay integridad el círculo está completo, como una pelota totalmente inflada, no de aire, sino de Chi. La falta de integridad es como la pelota desinflada, por eso para la integridad no hay medias tintas, o se es honesto o no se es, y solo nosotros podemos juzgarnos y re-orientarnos. Ser íntegro es una decisión individual, es ser leal a uno mismo y tener honor. Antiguamente un samurai se hacía el harakiri cuando faltaba a sus principios, perdía su centro (hara o hori) y dejaba de ser íntegro. Hoy podemos hacer un acto de conciencia y re-orientar nuestra vida.  La integridad se genera en lo más profundo de nuestro ser, pero repercute en todo lo que nos rodea.

Taekwon!

Sabum Viviana Villamonte 
IV-Dan ITF


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