Vivimos en el mundo de lo impermanente, todo cambia, todo se transforma, nada permanece igual. Las circunstancias actuales nos obligan a adaptarnos. Quien no se adapta se estanca, se vuelve rígido y perece. Por esto, para el artista marcial la adaptabilidad es un concepto fundamental. El artista marcial fluye con el movimiento del oponente, con la energía que lo circunda y fluye también con los retos de la vida. Frente a una prueba no se amilana, le hace frente y la supera.
Actualmente vivimos una crisis mundial y hay dos posturas. Echarse a descansar hasta que pase o pararse y luchar. Luchamos cuando ayudamos al otro dentro de nuestras posibilidades, dejando de vernos a nosotros mismos como el que sufre, para mirar a nuestros hermanos y descubrir que nuestro pesar es muy pequeño frente al sufrimiento del otro. Luchamos cuando nos enfrentamos a nosotros mismos, a nuestra flojera o desidia para levantarnos y tomar acción sobre nuestras vidas. Luchamos cuando nos unimos con otros para demostrar que no estamos vencidos, que nos fortalecemos en conjunto y que somos parte de una causa mayor. Guerreros del grupo de servidores del mundo que lucha cada día por curar, traer bienestar, paz y amor a aquellos que lo necesitan.
Así como el planeta está sanando por fuera, con aire y aguas menos contaminadas gracias a nuestro encierro, del mismo modo, nuestros pensamientos positivos limpian la energía planetaria. Cada meditación va purificando el cuerpo energético de nuestra Tierra, eliminando virus, brindando descanso a las almas que parten y calma a quienes se quedan y sufren la pérdida de un ser querido.
Cada entrenamiento y acción bien intencionada colabora con el "sistema inmunológico" planetario. Le dice al enemigo que la humanidad no se deja vencer, que estamos unidos y que buscamos el bienestar de todos, sin distinciones, sin diferencias. Entrenemos dedicando nuestro entrenamiento a un bien mayor. Hagamos Tul movilizando energías virtuosas para todos. Fortalezcámonos como humanidad que encuentra la unión más allá de las divisiones.
El mundo material es impermanente, pero el espíritu permanece. Seamos indómitos. No nos dejemos vencer. Levantémonos cada día con un plan de acción, seamos solidarios y compasivos, y todo esto valdrá la pena.
Taekwon!
Sabum Viviana Villamonte Uriarte
V-Dan ITF Perú
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